Ficha Astaroth

Entró silencioso, con pasos casi imperceptibles. Examinó levemente el lugar; la verdad no le interesaba mucho saber cómo era aquella habitación, por lo que solo dio una mirada rápida en ella.
Llegó hasta la silla que se le ofrecía para acomodarse, & se instaló allí igual de silencioso a como llegó.
Miró al entrevistador con un semblante serio, típico en él.

-Las preguntas- dijo calmado, esperando por ellas.

Nombre Completo: “Todos tiene uno, ¿Por qué tu serias la excepción?”

-Astaroth. Es todo lo que puedo decir, mi raza no posee apellidos, el nombre es más que suficiente.- contestó inexpresivo & algo hostil; no le agradaba mucho el conversar, por lo que esperó en silencio por la siguiente pregunta.

Apodo: “Algún nickname, sobrenombre, insulto o como sea que te digan. No es obligación tenerlo, aunque claro, pensaría que te quieren poco~”

-Detesto que me llamen de otra forma que no sea por mi nombre. Nadie posee mi confianza como para decirme de otra manera.- dijo en seguida & en seco, con la mirada algo molesta. -...Cuando vivía entre los ángeles solían llamarme "Ángel Negro". Me trataban de esa forma debido a esta marca -refiriéndose a la de su frente- & por poseer con alas oscuras como las mías... Lo que delataba que era un ángel impuro. Una estupidez, a mi parecer.- se apoyó en su mano, mirando hacia un lado.

Inclinación Sexual: “Hacia donde miras~ Oh, vamos, ni tú crees el ser normal, ¡Confiesa!”

El ojidorado volvió su mirada hacia el entrevistador nuevamente -¿A qué viene eso?- dijo frío, quizás pensando para qué diablos querría alguien desconocido saber aquello. Inclinó un poco su cabeza hacia atrás & contestó: -...No soy muy aficionado a esas cosas, pero si debo escoger... prefiero a los chicos, las chicas me irritan. Aunque claro, hay excepciones... todo depende de lo interesante que llegue a ser la persona.- por primera vez una pequeña sonrisa se mostró en su rostro, aunque no demostraba felicidad. Más bien curiosidad, rodeada de un sentimiento de malicia.

Raza: “Es lo más importante, ¿Qué rayos eres?”

-Es bastante obvio, ¿no? -miró de lado, ahora con la seriedad de antes & aún con la mirada indiferente- Fui desterrado lejos del mundo celestial. Soy un... "ángel caído"? Claro, así llaman a los exiliados. -respiró hondo; no le gustaba hablar de ese tema.

Háblame de ti…

"¿Aún hay más?" pensó, suspirando levemente.

Edad: “Sorprenderás a muchos, ¿No?”

-Un par de cientos de años; la verdad me he olvidado de la cuenta. No es algo que sea necesario recordar. Aparento ser muy joven, ¿no? Yo mismo he decidido conservar una figura "adolescente", por lo que puedes interpretar mi respuesta como "17 años".

Cumpleaños: “¿Cuándo comenzó tu existencia? Danos fecha~”

-¿Fecha?- rió bajo -Otro dato innecesario de recordar.-

Nacionalidad: “Lugar de Origen, dah.”

-Nací en el Cielo, entre los que solían ser los míos...- su voz sonó algo nostálgica, pero sin tristeza. -No podría decirte un lugar exacto; en el cielo no hay separaciones en cuanto a lugares, solo en rangos.-

Oficio: “¿Qué es lo que haces? Además de ocupar espacio, respirar mi oxigeno, etc.”

-No mucho, la verdad... Vagar, disfrutar de la idiotez de los demás. Los humanos son seres bastante peculiares; se lastiman unos a otros & muchas veces me agrada ver aquello. Ni hablar de otras criaturas... realmente me agrada ver como se lastiman unos a otros, son tan estúpidos~ -sonrió de lado maliciosamente.

Personalidad: “¿Cómo actúas? ¿Cómo piensas? Si es que piensas, claro. Solo descríbete.”

-No me agrada mucho el socializar, de hecho esta conversación me está fastidiando de a poco. Solo congenio con unos pocos, & porque realmente yo les considero como alguien que vale la pena. Si, sueno amargado pero... no cualquiera se gana mi confianza. Solía ser más alegre cuando habitaba en el Cielo, pero desde que fui exiliado... Ya no todo me hace gracia. La mayoría del tiempo soy serio, sonrío poco. Aunque... con cercanos... bueno, ellos conocen mi parte más "relajada" por así decirlo. -desvió la mirada, probablemente recordando a alguien.

Gustos y Disgustos: “Si me haces explicarlo, te enlisto como idiota.”

-Adoro ver sufrir a otros por idioteces. Muchos se hacen problemas por nada, & es interesante intentar descubrir cómo saldrán de aquello... también me agradan mucho las personas con una personalidad peculiar, de esos que dan ganas de investigar a fondo. En cuanto a cosas más superficiales... la comida intensa me parece deliciosa: muy dulce o muy salado. Aunque claro, no necesito comer lo mismo que los seres terrenales porque me alimento de energía... pero darse un gusto de vez en cuando es delicioso.-

Virtudes y Defectos: “Todos tienen un don, por muy insignificante que sea. Defectos, pfff, hay montones.”

-Virtudes...- suspiró -...puedo llegar a ser fiel si la persona a la que le doy fidelidad es de mi extrema confianza. Creo que... puedo llegar a ser amable si me lo propongo. En cuanto a defectos... me molesto con facilidad, & puedo llegar a ser extremadamente odioso si alguien me desagrada.

Enfermedades, Tic, Manías o Marcas: “No todos tienen este detallito siguiéndolo~”

-...Esta marca en mi frente demuestra que soy el ángel nacido bajo el pecado, & que mis alas son oscuras como el carbón a diferencia de los demás seres angelicales... por lo cual me juzgan de ser carente de pureza. Una estupidez, ¿no? -sonrió falsamente, fastidiado-

Fetiches: “Uuuuuh… Quiero saber qué tipo de respuesta me darás.”

Se sorprendió un poco por la pregunta & en su cara se notó por un momento un gesto de incomodidad, aunque intentó disimularlo -¿Qué clase de pregunta es esa...?- pensó su respuesta por unos momentos & contestó -...No estoy del todo seguro si es un fetiche, pero suelo fijarme mucho en aquellos con apariencia ruda, que usen cadenas & ese tipo de cosas... más aún si llevan el pelo oscuro...



Descripción Física: “Como eres a vista, ¿Tienes algo que destaca? Qué sé yo.”

-Cabello largo & blanco, llega hasta mis rodillas; creo que es lo único que me queda de mi posición de ángel. Mis ojos dorados &... mis alas negras. Llevo ropa negra & apretada al cuerpo, detesto las ropas anchas. Delgado, de piernas largas. No soy muy atlético; los músculos marcados no me agradan. -

Poderes: “Todo tiene un límite. Tú solo puedes tener 3 como máximo. Y recuerda bien, tú no eres Dios, ni tendrás tanta suerte”

-Al tener el físico de un ser celestial, puedo embobar a cualquiera & a mi voluntad; puedo convencer hasta al más terco si así lo deseo. Mi mirada ayuda mucho en este tipo de cosas, sobre todo el cruzarla con los ojos de ese alguien... me proporciona el saber varias cosas que aquel ser piensa.-

Extra: “¿Algún datito curioso que quieras dar?”

-...He aprendido un par de técnicas que para los ángeles "puros" están prohibidas~ -dijo, alargando su dedo índice, del cual la uña comenzaba a crecer asemejándose a una afilada & larga aguja. -Esto es de bastante ayuda por si alguien me ataca desprevenido, puedo utilizarla cuando se me de la gana & sin gastar mucha energía.

Mascota: “Ni lo preguntes, cualquier cosa que lleves a rastra de manera sumisa puede ser tu mascota, eso creo…”

-Detesto que cualquier cosa me siga, es irritante. No, no tengo mascotas o cualquier cosa molesta que se arrastre por mi.-

Accesorios: “Lo que sea que lleves como extra contigo. No, tu mascota no cuenta acá”

-Cadenas; nunca están de más.-



Historia: “¿Qué paso? Ahora prefieres quieres callar, ¿No? Cuéntale al publico tu vida, pequeña rata.”

-...Como ya había mencionado antes, nací bajo esta marca, por lo cual se me considera un ángel nacido bajo el pecado. La verdad, nunca hice nada para ser llamado pecador... solo existir. Era la simple respuesta que recibía por parte de los demás ángeles.
Crecí un par de años junto a ellos. Dijeron que mi existencia no podía seguir opacando la pureza del Cielo, por lo que decidieron exterminarme. Solía tener un hermano en aquel lugar... el que se opuso a la decisión, pero al igual que los demás... acabó por acatar las órdenes.
Terminé por huir del Cielo, desde donde se formó una persecución en mi contra. Pero en ese punto... fue cuando me di cuenta de que no debía intentar hacerles entender mi posición, pues jamás darían su brazo a torcer. Mi odio por ellos surgió, por lo que me rebelé venciendo a los ángeles que me perseguían. Mi derecho de regresar a mi lugar de origen fue revocado... aunque la verdad detestaría el tener que volver.

¿Cómo llegaste a la ciudad?: “Confiesa de una vez, ¿Qué te trajo a este basurero?”

-Después de escapar, no tenía lugar al cual ir. Vagué por muchas ciudades, pero ninguna me parecía interesante. Siempre los mismos seres matándose por trivialidades. Llegué aquí porque me atrajo su energía; se nota que en este lugar hay seres mucho más interesantes que en las otras partes en las que he estado... He llegado, por decirlo así... diversión? -sonrió compacido.

Tun tun tun~ - Tarareo al terminar de oírle hablar – Con que un caído, ¿Eh? Curioso es que hayas terminado en esta ciudad. Siéntete en confianza, pero cuidado, quizás algunos querrán tu cabeza o algo mas~ - Se escuchan sus risas en la habitación, mientras mueve su cabeza de un lado a otro, como si estuviera feliz -