Azura Krieger, se presenta~

Nombre Completo: ¡Claro~! Mi nombre es Azura Krieger, no tengo idea de lo que represente mi nombre, pero me agrada.

Apodo: Hmn… -se lleva el índice al labio inferior poniendo una cara de duda- No tengo ningún apodo, ¿Quizás le gustaría ponerme alguno? –sonríe ladina-

Inclinación Sexual: ¡Ay Dios! –se cubre el rostro fingiendo estar apenada- ¿D-de verdad tengo que decir esto…? –separa un poco sus dedos para ver a través de ellos- ¿Y si digo que me gustan tanto peras como manzanas? ¿Se entiende? –ladea un poco la cabeza-

Raza:

Edad: 17 años~ Soy una pequeña corderita de Dios~

Cumpleaños: ¿Es necesario decir esto? –saca su teléfono móvil y lo busca- ¡Oh aquí está! -exclama mostrando la pantalla una fecha que decía “31 de Marzo”-

Nacionalidad: ¡Inglesa! –se señala orgullosa- Soy toda una damita~ -guiña un ojo-

Oficio: Pues depende del lugar del trabajo… -hace un pequeño puchero- Si es por parte de mi raza, soy una recolectora de almas, por supuesto. Es tan entretenido hacer eso!

Personalidad: - Es una chica bastante inusual, o más bien gusta de jugar con las personas. Físicamente es una chica muy alegre y algo infantil para sus cosas y su edad, pero internamente puede estar pensando en como eliminar a la persona que tiene en frente, ya que su instinto debora-almas de vez en cuando surge, provocándole una personalidad algo sanguinaria y demoníaca. Gusta de jugar con sus dos personalidades, no se le es difícil controlarlas por lo que sabe cuando puede ocupar una de esas dos sin ningún problema. Por lo demás, aunque parezca extraño, es una chica bastante vergonzosa y de corto genio, por lo que puede perder el control y actuar impulsivamente. -

Gustos y Disgustos: ¿Mis gustos? –preguntó nuevamente con voz animada- ¡Oh oh! Puedo decírtelos sin problemas~ Primero está el color rojo, me fascina ese color –mencionó enumerando con el índice- después el dar caminatas nocturnas, molestar a quien sea que se me de la gana, jugar con los demás y por supuesto los lugares serenos~ -todo esto lo dijo enumerando con sus dedos- Aunque claro, también están las cosas que me disgustan demasiado… -mencionó frunciendo un poco el ceño- Como el que me lleven la contraria, que me manden, odio eso, YO me mando solita~, ¡que me ignoren! Osea, ¿Cómo podrían ignorar a esto? –preguntó señalándose al mismo tiempo que ponía cara de pena- y por supuesto a los que se creen mejor que yo, aunque más me dan pena que crean esas cosas, osea, Dios es grande, pero ¿Realmente piensan que son mejores que yo?



Virtudes y Defectos:

Enfermedades, Tic, Manías o Marcas: Nada de eso, aunque debo admitir que me ponen nerviosa los lugares estrechos y cerrados… -un leve escalofrío recorre su espalda-

Fetiches:

Descripción Física: ¿Lo que más me gusta de mí? Mi hermosa cabellera color carmín, es que, míralo es totalmente hermoso y natural y súper bien cuidado –se mueve un poco el cabello sonriendo- Me gusta acompañar mi cabello con adornos super adorables y hacerme distintos tipos de peinados. –asiente dos veces cruzada de brazos aún sonriendo- Mis ojos también son de color carmín, combinan perfectamente con mi cabello. Um… mido 165 cm, lamentablemente no pude crecer más, pero estoy segura que algún día lo haré –empuña la mano- mi contextura es delgada, no diré el peso por que eso n ose le pregunta a una chica, es de mucha falta de educación. –asiente, asiente- Mi ropa, pues siempre me verás con algún tipo de atuendo con el color rojo o negro puesto… -al amar el color rojo tiene mucha ropa de ese color, en sus distintas tonalidades-

Spoiler:

Poderes: Pues veamos… -se pone a pensar un poco- No creo que lo nuestro se denomine un poder en lo absoluto, ya que nosotros somos los encargados de ir tras aquellas almas que ya no necesiten estar entre los seres, aunque claro, están aquellas bestias que irrumpen nuestra labor y lo hacen algo más divertido. El recolectar armas no lo tomaré como poder.

Hacer tronar mis dedos para que así aparezca fuego, amo eso de mí. Claro que nosotros los shinigamis podemos heredar ese tipo de poderes, y mucho más si puedes unirlos a una buena explosión. –ríe de forma leve, como disfrutando el pensar de lo último dicho- A ver… -se pone a pensar un poco más- Jugar con el alma de las personas también es divertido, aunque no deberíamos hacerlo, causa una gracia tremenda ver los rostros estupefactos de quienes presencia la muerta de un desconocido una y otra vez~

Además de esas cosas creo que nada más, somos sigilosos, por lo que tampoco es fácil saber de nuestra presencia y creo que es todo. –se encoge de hombros-

Extra:

Con respecto a su intelecto, es rápida en términos de pelea, sus reflejos son los mejores ya que ha sido capacitada para ser una buena shinigami. Lleva un colgante en el cuello con la inicial de su nombre y por detrás un código de identificación.

Mascota: No tengo una de esas… pero estoy pensando en conseguirme algo que me entretenga.

Accesorios:

Historia:


Sus padres sin mayor preocupación por ella la vendieron a un sujeto que se interesó en su color de cabello y ojos, en su pueblo natal era imperdonable el tener hijos de pelirrojos ya que creían que eran enviados por el mísmisimo demonio para deborar sus almas por lo que no dudaron en entregarle a la niña, lo que no sabían es que aquella persona a quien habían entregado a la pequeña era quien acabaría esa misma noche con las almas de todas las personas de aquel pueblo dejándolo en el olvido.
Simplemente la chica había sido bendecida por el Dios de la muerte para que, cuando cumpliera la edad apropiada pudiera cumplir su destino como una de los muchos dioses de la muerte que habitaban el mundo. De pequeña fue criada para que cumpliera su trabajo, gustaba de ver a su tutor devorar las almas de las personas ver como todo en él se teñía de un bello rojo, ese color carmín siempre había sido llamativo para ella, sobretodo por que su tutor siempre le recordaba que ella había sido privilegiada con tener un hermoso cabello del mismo color carmín que ella tanto anhelaba.

Mientras avanzada en edad iba instruyéndose hasta que llegó a la "adolescencia", donde su tutor decidió que ya tenía la edad suficiente para que comenzara con sus pequeñas misiones de shinigami y que sería bueno para que así conociera a las distintas especies que habitaban este basto mundo. Ésta acepto a regañadientes, pensando y tomando como objetivo encontrar a algún tipo de rival con el que se pueda divertir.

¿Cómo llegaste a la ciudad?: “Confiesa de una vez, ¿Qué te trajo a este basurero?”