Un Bastón Blanco~

“¿Cómo? No lo recuerdo exactamente. Dicen que la memoria es frágil, la mía no era así… ¿Qué me está pasando?”

Caminaba con lentitud, al no conocer las calles le era complicado movilizarse abiertamente. Iba con los ojos cerrados. Al estar a punto de tropezar unos metros más atrás, bajó el rostro avergonzado. Tomando del abrigo el bastón blanco que debía usar por obligación todo el tiempo, cosa que no hacía con frecuencia, continuo con su andar, moviéndole con delicadeza sintiendo el terreno por el que andaba.

Las calles eran solitarias, tranquilas y varias se encontraban en condiciones deplorables. Solo se escuchaban los grillos cantar y sus pasos, resonando. Suspiró. Al venir a la ciudad no solo buscaba olvidar su pasado, también quería iniciar una nueva vida. Tranquila y sin grandes problemas, pero no esperaba que el concepto de tranquilo sobrepasara al nivel de soledad, ese sentimiento le pesaba con cada paso que daba, entendiendo que estaba completamente solo en esas calles, si moría, nadie lo sabría.

Continuó caminando sin ir a un lugar específico, siguiendo derecho hasta no poder más, deteniéndose solo un poco. Abrió los ojos lentamente, mirando a su alrededor. Vacio, y gracias al cielo, sin movimiento.

“¿Cómo salí? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué espero lograr? Ni siquiera yo comprendo.”

Se estiro de manera perezosa y avanzó hacia una banca el lugar, sentándose con los ojos cerrados. Guardo el bastón blando en el abrigo y se quedo pensando. Metido en sus pensamientos, recordando. A veces solía pasar. Para él, que no ve con claridad lo que sucede a su alrededor, era común entrar en su mente y recordar, tratando de completar su vida en imágenes, pensando en las muchas fallas que tuvo, pensando en cómo pudo solucionarlo. Aunque ya no había caso, lo pasado en el pasado esta.